Competencia de Cataluña publica un contundente informe sobre las posibles prácticas de la industria y distribución en el precio de la leche

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La Autoridad Catalana de la Competencia (ACCO) acaba de publicar un informe en el que analiza los motivos por los cuales el precio que reciben actualmente los ganaderos por la leche cruda es bajo y si eso puede ser debido a la existencia de conductas potencialmente anticompetitivas en el sector lácteo.

 

La ACCO considera que los productores de leche cruda tienen una clara posición de debilidad en sus relaciones comerciales con la industria transformadora, ya que muchas veces éstos no saben con certeza las condiciones económicas que se les va aplicar. El hecho de que actualmente la realización de contratos escritos sea obligatorio no supone que haya un equilibrio negociador ya que el desequilibrio entre las partes continúa siendo importante.

 

La ACCO enumera algunas de las posibles prácticas que pueden favorecer este desequilibrio. Una es que podría existir un reparto del mercado de la compra de leche cruda entre las empresas que recogen y envasan ocasionado por las dificultades de los ganaderos por cambiar de comprador. Algunas empresas procesadoras tienen un monopsonio en determinadas zonas o rutas que no permite a los ganaderos cambiar a otra empresa en caso de que no estuvieran de acuerdo con las condiciones comerciales que se les aplican, especialmente el precio.

 

El informe señala que además de esta cautividad de los ganaderos, se podrían dar acuerdos de precios de compra de la leche cruda entre las empresas transformadoras. Esta estrategia estaría basada en el seguimiento de un líder que impondría el precio de compra a la baja, pero se haría de forma rotatoria para dificultar el conocimiento de esta práctica.

 

Otro aspecto que condiciona de manera importante la negociación de las condiciones de venta es la relación existente entre entregas de leche, la utilización de la cuota láctea asignada y su recogida por las empresas transformadoras, ya que si éstas optan por no recoger la leche como medida de presión al ganadero la consecuencia puede ser la pérdida total o parcial de su cuota, además de la pérdida de ingresos por una producción que no se puede detener.

 

Los ganaderos también reclaman que algunas empresas transformadoras importan leche cruda desde Francia con un precio inferior al que reciben los ganaderos franceses y que este precio, que es muy bajo, influye en los precios que reciben los ganaderos catalanes por su leche cruda. Por lo tanto, la importación de cisternas de leche cruda es otra estrategia que podría ser utilizada por las empresas transformadoras con la finalidad de reducir la capacidad negociadora de los productores de leche cruda y de presionar en las condiciones comerciales que se les aplican.

 

Asimismo, el informe de la ACCO señala que la industria láctea también se encuentra en una situación desventajosa frente a las principales empresas de distribución minorista. En concreto, esta situación puede comportar fuertes presiones sobre el precio, largos periodos de cobro o la exigencia de descuentos por conceptos como la contribución a los gastos de publicidad.

 

Según el informe, con la introducción de las marcas de distribuidor (MDD), el distribuidor


minorista dispone de una alternativa propia de aprovisionamiento que puede utilizar para presionar al alza sus márgenes brutos respecto a las marcas de fabricante (MF). También se puede perseguir un efecto reclamo con la introducción de MDD baratas para fidelizar a los clientes al establecimiento comercial, hecho que refuerza su poder de negociación frente a la empresa transformadora. Otra estrategia que pueden utilizar para presionar sobre las condiciones comerciales en la industria procesadora es la importación de leche envasada, principalmente de Francia.

 

La fuerza negociadora de los grandes distribuidores se traslada, a través de toda la cadena productiva, hasta llegar a los ganaderos productores de leche cruda.

 

La reducción del precio final de la leche en el caso de las MDD puede comportar ventas a pérdida por parte de las empresas de distribución minorista y, dado que estas reducciones de precio se repercuten a todas las fases de la cadena productiva, puede comportar también la venta a pérdida (obligada) por parte de las empresas transformadoras y los ganaderos, con la consecuente posibilidad de infringir la normativa correspondiente.

 

El informe también señala que la participación de la administración pública como respuesta a los grupos de presión, y a menudo con el objetivo de mejorar las condiciones de los eslabones más débiles de la cadena de oferta o de garantizar la supervivencia del sector, puede comportar problemas desde el punto de vista de la normativa de competencia.

 

Pincha aquí para descargar el Informe en formato pdf