Seragro, S.C.G.

Un verano muy caluroso, por Luís Miguel Jiménez

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Estudios realizados en EEUU e Israel concluyen que el estrés calórico produce pérdidas entre los 140-150 US$ por vaca/año.
En España, muchos productores siguen sin creer que los descensos de producción en verano, debidos al estrés, sean tan cuantiosos.

Estamos en pleno verano y no hay que ser muy listo para observar que las vacas con las que trabajamos diariamente están sufriendo demasiado con el calor, sobre todo en la mayor parte de España. Sufren lo que se denomina “estrés por calor” pero al que todavía muchos productores no le han prestado atención. Los productores ven efectivamente que las vacas producen menos en verano pero todavía siguen sin creerse que las pérdidas que tienen lugar debido a este estrés son tan cuantiosas que bien podían ser las ganancias de todo un año. Lo que realmente vemos en el verano es que las vacas producen menos leche, esto solo es la punta del iceberg, además de esto se producen problemas a nivel reproductivo.

Las mayores pérdidas se producen por una reducción en la producción de leche, estudios de Israel demostraron que las pérdidas son aproximadamente unos 500 Kg. de leche, esto varía dependiendo del estado de lactación, así pues un vaca recién parida en verano produce de 4 a 6 Kg. menos durante el pico de lactación que una vaca que pare en invierno. Estudios recientes de Estados Unidos demuestran que las pérdidas por el estrés calórico están en 150 US$, y que mediante sistemas de enfriamiento de vacas esto se puede reducir en un 40%.

Los problemas de tipo reproductivo más relevantes son que las vacas abiertas muestran menos síntomas de celo, habiendo un menor número de concepciones, además si ha existido la concepción, la anidación del embrión se puede ver afectada porque aumenta la temperatura a nivel del útero. Estos problemas de fertilidad se traducen siempre en un alargamiento en el intervalo entre partos. En las vacas que están en el último trimestre de gestación el calor afecta directamente al desarrollo del feto y de la placenta y además se puede ver afectado el desarrollo de la glándula mamaria.

Además una vaca que está en estrés por calor tiene una eficiencia de utilización de la ración menor que la que está en condiciones normales, en torno a un 10%, de esta manera una vaca en condiciones normales necesita menos alimento para producir un litro de leche.

La mejor manera de evitar las consecuencias del estrés por calor es aumentar las pérdidas de calor por parte de las vacas, la manera más efectiva es aumentar la evaporación del calor a través de la piel y del tracto respiratorio. El sistema es mediante duchas con agua seguidas de ventilación forzada, existen diferentes fórmulas, duchar durante 3 minutos y ventilar 10 minutos, 30 segundos de ducha y 5 minutos de ventilación, etc. Estos ciclos se realizan durante 6-10 veces al día dependiendo de la temperatura ambiental y de la humedad relativa existente.

Estudios que se han realizado en Israel comparando vacas enfriadas y no enfriadas demuestran que las vacas que no están enfriadas producen 3.5 kg. menos de leche al día, las vacas enfriadas necesitaron 0.55 kg. de ración para producir un litro de leche frente a 0.61 kg de ración de las no enfriadas. Además la tasa de concepción en verano fue de un 34% en el caso de vacas enfriadas frente a un 17% de las no enfriadas.

Los dispositivos necesarios son sencillos, ventiladores que muevan en torno a 40,000 m3/hora, una tubería galvanizada con aspersores y un regulador que controle automáticamente las duchas y la ventilación. Lo más recomendable es que se instale un regulador o centralita que controle mediante sondas de humedad y de temperatura todos los posibles ambientes que existan en una explotación. De esta manera podremos tener control de varias zonas de confort incluyendo la sala de espera, corral de vacas secas, corral de vacas en lactación, e incluso dentro de las vacas en lactación podremos crear más ambientes.

Hay productos en el mercado, cada uno con sus características, lo más recomendable como en cualquier caso es el asesoramiento profesional para no solo indicar cuales son los productos idóneos para la explotación sino también cómo será la ubicación de los ventiladores, establecimiento de diferentes zonas de confort, etc.

En estos momentos de crisis en el sector debemos ser aún más eficientes y no podemos permitirnos el lujo de producir menos leche o que la fertilidad se vea afectada, por eso hay que disponer de dispositivos para el enfriamiento de las vacas y así minimizar las consecuencias del estrés calórico.

Luís Miguel Jiménez Galán, es Director Técnico de Servet Talavera, empresa especializada en asesoramiento técnico en Mastitis y Calidad de Leche en España y Portugal, es Vicepresidente y vocal de Calidad de Leche de la Asociación Nacional de Especialistas en Medicina Bovina de España (ANEMBE), miembro del equipo técnico de la página web solomamitis.com. Es organizador de las Jornadas Técnicas de vacuno de Leche de Talavera de La Reina, imparte conferencias y cursos en numerosos foros y es autor de artículos en revistas relacionadas con el sector.

Artículo obtenido de : www.la-leche.es 02-08-2010